Josep Lucena forma sociedad con sus hijos -Joan Lucena y Manuel Lucena- y Antoni Nadal, para construir una nueva fábrica fuera del recinto amurallado de la ciudad de Barcelona.
La fábrica cuenta con cerca de 60 trabajadores, dedicados a la estampación de tejidos.
Los herederos de Lucena venden a Pere Alier i Vidal, Rosa Amari y Pere Alier i Amar la antigua fábrica de estampados. La familia Alier convertirá las instalaciones en una fábrica de sacos, hilos de lino y confección de redes.
La fábrica de Pere Alier era la empresa número 45 más importante de Poblenou, de acuerdo con la cotización de una cuota fiscal de 3.206 pesetas.
Entran al mercado los primeros productos fabricados íntegramente con fibras artificiales. La fábrica Alier abandona la producción de hilados, hilos y redes hechas con lino, centrándose en la producción de sacos, lonas y otros tejidos de yute.
La fábrica es la sede de ATYASA: Acabados, Tintas y Aprestos Sociedad Anónima.
Se inicia la etapa final de la fábrica como unidad productiva. Parte de las instalaciones son arrendadas a diferentes artesanos como marmolistas, pintores, metalistas o fabricantes de maniquíes.
Concluye la etapa fabril del recinto.
La fábrica sufre 4 incendios.
El Ajuntament de Barcelona aprueba la conversión de Ca l’Alier en un equipamiento técnico-administrativo.
Si quieres saber más sobre el valor patrimonial de Ca l’Alier descarga el informe de valoración patrimonial realizado por el arquitecto Antoni Vilanova y los historiadores Pere Guaita y Yolanda Insa.
Expediente de construcción a nombre de Joan Lucena, 1878 (AMDSM)