La Distribución Urbana de Mercancías (en lo sucesivo, DUM) es una actividad básica para el funcionamiento de la vida y la economía urbanas, directamente relacionada con la actividad comercial de la ciudad y la competitividad económica de Barcelona.
A pesar de ser una actividad imprescindible, la operativa de la DUM genera externalidades que pueden provocar fricciones con el resto de actividades presentes en la ciudad, sobre todo en cuanto a la ocupación del espacio público, pero también en otros aspectos como la contaminación (tanto acústica como ambiental) o la siniestralidad.
El diagnóstico realizado sobre la DUM en la ciudad de Barcelona estima que la DUM contribuye en un 17 % a la movilidad en la ciudad. Esta movilidad se traduce en externalidades en forma de emisiones de gases contaminantes (31 % PMO10 y 34 % NOx), ocupación del espacio público, ruido, indisciplina de estacionamiento y siniestros de tráfico.
En paralelo, la ciudad trabaja para disponer de espacios de paseo y estancia más amables para la ciudadanía, así como para la pacificación progresiva de espacios. Muchos establecimientos vinculados a hoteles, restauración y usuarios de cáterin (de ahora en adelante, HORECA) están localizados en estos espacios y la pacificación del tráfico propicia nuevas implantaciones.
Buscamos una nueva manera de organizar el flujo de mercancías en estos espacios que minimice sus externalidades. El objetivo es encontrar una manera de hacer la distribución que implique reducir el tráfico y la ocupación del espacio público ligado a la distribución de mercancías, agrupando las mercancías y fomentando la colaboración entre empresas y distribuidores para alcanzar los objetivos planteados.