El futuro del cambio climático se juega en las ciudades. Son donde vive la mayor parte de la población, las principales responsables de las emisiones de gases de efecto invernadero y, al mismo tiempo, escenarios naturales para la innovación.
Barcelona, en el Plan Clima 2018-2030, define los ejes estratégicos y las acciones para hacer frente a este reto global que nos interpela a todas y todos: Ciudadanía, empresas, entidades y administraciones.
En el eje estratégico de adaptación y resiliencia, en la tercera línea de acción, se recoge la necesidad de prevenir el calor para mejorar las condiciones de confort térmico en la ciudad para poder, de este modo, garantizar la salud y cuidar especialmente a los colectivos más vulnerables que habitan en ella. Una actuación prevista dentro de esta línea de acción es la creación del programa “Barcelona, ciudad de sombra”, que se está elaborando este 2023. Este programa de intervención sobre el espacio público permitirá generar más zonas de sombra incrementando la cobertura del verde o mediante elementos de mobiliario urbano, preferiblemente multifuncionales, o elementos textiles efímeros o estacionales. Identificar y mapear los itinerarios y fomentar la creación de sombra en el espacio libre privado.
Es en el marco de este plan de sombra que el Área de Ecología Urbana del Ayuntamiento de Barcelona se plantea un nuevo reto urbano vinculado con la tipología de elementos que pueden generar sombra de calidad en el espacio público. Concretamente, para aquellos lugares donde no es posible incorporar vegetación. Se buscan soluciones innovadoras para generar sombra efímera de forma modular, temporal y sostenible en tres tipos de espacios de la ciudad: calles convencionales, zonas de juegos infantiles y espacios de gran superficie, como el paseo de Llevant, el Port Olímpic, la plaza de Catalunya, la plaza de Alfons Comín, el paseo de Colom, la plaza del Sol, etc.